En botánica, las plantas llamadas ruderales (Rudus en latín quiere decir ruina), son aquellas que se encuentran en el borde de los caminos, en las vías de comunicación, o en los alrededores donde vive el hombre, es decir en terrenos humanizados. Suelen ser tan comunes, que muchas veces no reparamos en ellas.
Tienen una serie de características muy interesantes: viven en terrenos donde la competitividad es extrema, en terrenos perturbados y están adaptadas a sufrir grandes cambios del medio en el que viven. Normalmente son especies colonizadoras, competidoras, oportunistas, cumplen su ciclo vital de forma rápida y gastan mucha de su energía en la reproducción. Veamos tres de estas plantas que florecen en esta época, y que podemos encontrar fácilmente en los alrededores de Gaztelu.
Veronica persica (1), es de la familia de las escrofulariáceas, las flores son azuladas, blancas en la base y con nervios de mayor intensidad de color en la corola. Se reconoce fácilmente porque sólo tiene dos estambres. Florece prácticamente durante todo el año.
Stellaria holostea (2) es de la familia de las cariofiláceas, flores de color blanco, con cinco pétalos, pero cada pétalo claramente dividido en dos, en euskera se le llama "izar belar arrunta".
Anchusa officinalis (3) llamada lengua de buey, es una planta de la familia de las boragináceas, pariente de la gastronómica borraja, común, abundante y llena de pelos. Cuando al nombre en latín de la planta se le añade eso de "officinalis" quiere decir que estamos ante una planta medicinal. Ésta en concreto se puede utilizar para aliviar la tos, catarros bronquiales y problemas de las vías respiratorias altas.
Estas plantas las podemos coger con tranquilidad para hacer un ramo de flores de primavera para casa, pero atención hay otras muchas plantas, que deben ser respetadas, las iremos viendo en otras entradas.
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