En Gaztelumendi hay muchos bosques, muchos tipos de bosque, hayedos jóvenes y centenarios, plantaciones de pinares, alerces, y otros árboles exóticos, alguna que otra aliseda, bastantes avellanedas, bosques mixtos y escasos bosques vírgenes, estos últimos situados en zonas practicamente inaccesibles, pero de belleza y riqueza extraordinaria.
Lysimachia nemorum L. esta planta es de la familia de las primuláceas, prima de las frescas flores de primavera, y crece en esta época del año en la orla de bosques mixtos.
¿Cuál es la denominación correcta, el bosque o los bosques? ¿Son bosques los pinares? ¿Es conveniente dejar que crezca un bosque virgen? ¿Hay que intervenir en un bosque virgen? ¿Porqué no hay robledales? ¿Hay peligro de incendio en los bosques de Gaztelumendi? Son muchas preguntas para pocas respuestas.
Las plantas que crecen en los bosques y sobre todo en sus alrededores, en la orla de los bosques, se llaman "nemorosas", palabra cándida y pastoril, que evoca las églogas de Garcilaso o las aventuras de Txomin Agirre.
Ranunculus nemorosus DC. es de la familia de las ranunculáceas, suele tener una bella, única, llamativa, frágil y relativamente grande flor amarilla.
En esta entrada estudiamos tres plantas nemorosas, fáciles de localizar en la primavera media, pero no las busques en las plantaciones de pinos, tampoco en los hayedos, tan umbríos en verano que impiden su crecimiento.
Tratemos de encontrar el lado práctico de las cosas, usos novedosos, tradicionales, de futuro, con expectativas, que las hay, que están delante de nuestros ojos y no las vemos, cegados por la velocidad y las prisas.
Ruscus aculeatus L. a este abundante y pequeño arbusto de la familia de las ruscáceas, en euskera se le llama "erratsa" = escoba, porque con esta planta seca se fabricaban en los caseríos un tipo de burda escoba, de uso generalizado en épocas de escasez de materiales. Esta planta también es utilizada en muchos lugares como ornamental en navidad, de ahí que se le conozca como acebo menor.
No pretendo poner en marcha una fábrica de escobas, o de adornos de navidad, aunque bien podría ser este último arbusto la puerta a una actividad de nueva artesanía que mostrara los usos, costumbres y actividades de otras épocas.
Esta foto la he sacado en mayo de 2009, en pleno siglo XXI, en Gaztelu, y duele. Intentemos sembrar a futuro, nos esperan nuevos planes de ordenación territorial, nuevas tecnologías aplicables a la agricultura y ganadería rural, pero nadie va a venir a ayudarnos, a decirnos lo que tenemos que hacer. Casi en el mismo centro de Gaztelu alguien hace poco plantó un hayedo: ¡qué linda es la excepción que confirma la regla! Podemos semillar fácilmente hayas y robles, y en 15 años tener una colección perfecta de carísimos bonsais, sin grandes gastos o infraestructuras, rodeados de bosques de verdad, de escobas sin bruja, de navidades sin noeles, de poesía sin basura, de fábricas sin contaminación, de convivencia sin excepciones que confirmen la regla.
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