La cueva de Txispiri se localiza en el municipio de Gaztelu a 325 m.s.n.m. Fue descubierta en 1934 por T. de Aranzadi y excavada por M. Ruiz de Gaona en 1944. Los restos hayados en la cueva se atribuyen a la edad de bronce. El acceso a la cueva es complicado y difícil, y aunque hay un camino que se intuye, a día de hoy está cubierto de zarzas y prácticamente abandonado. El interior es fácilmente visitable. La cueva es natural y de origen kárstico y fue utilizada en el bronce antiguo o pleno como sepulcro.
La cueva tiene dos galerías que dan al exterior, pero una de ellas actualmente está obstruida. En el punto de unión de ambas galerías existe una pequeña sala o ensanchamiento del que parte una galería meandriforme que se estrecha mucho al final para acabar desembocando, tras un paso muy angosto, en una pequeña salita recubierta de concreción estalagmítica.
La boca practicable de la cueva mide actualmente 2 m. de ancho por 3 m. de alto y está orientada al NO. La galería principal, de la boca a la salita final, tiene un desarrollo de unos 25 m.
En su interior se hallaron restos humanos correspondientes al menos a 14 individuos: 11 adultos, un juvenil y dos infantiles. Presentan evidencias de artrosis y acusado desgaste dentario. Además se recogieron fragmentos de cerámica que permiten reconstruir una vasija troncocónica o cilíndrica de buen tamaño, decorada con cordones con digitaciones, y aplicadas por debajo con barro plástico. Otros fragmentos corresponden a un gran vaso ovoideo liso y a otras tres vasijas. En hueso se recuperó un cincel confeccionado en un fragmento de diáfasis.
En diversas ocasiones se ha descrito un supueso "cráneo-copa" pero tras un examen detallado puede afirmarse que se trata de una calota craneal fracturada de modo poco corriente pero sin huellas de manipulación artificial.
Junto a lo anterior, se hallaron restos faunísticos de cabra u oveja, cerdo o jabalí, perro y sarrio o rebeco.
Las inhumaciones se encontraban revueltas, al parecer en un nivel único de algo más de un metro, y a lo largo de toda la cavidad. Sólo un esqueleto conservaba su posición original junto a una de las paredes y a unos 50 cm. de profundidad. En diversos lugares se observaron huellas de fuego, en alguna ocasión debidas a hogueras de cierta intensidad, a pesar de que la cueva no parece haberse utilizado nunca como lugar de habitación.
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19 agosto 2009
15 agosto 2009
10 agosto 2009
Incendios Forestales
En verano el fenómeno de los incendios forestales es un tema habitual del parte diario de desgracias y sucesos de los informativos de televisión, prensa y otros medios de comunicación.
Muchos recordareis aquel extraordinario chiste de Jaume Perich de.... "Cuando un monte se quema, algo suyo se quema Señor Conde". Probablemente este chiste haya servido más en la lucha contra los incendios forestales, que la propia campaña informativa en la que se inspiró.
Existe un amplio consenso entre políticos, técnicos, forestalistas y ecologistas que asume que la mejor política de actuación contra los incendios forestales es la "prevención", y que ésta debe llevarse a cabo sobre todo en invierno, cuidando los bosques y no en pleno verano cuando medio país se quema.
En Euskal herria, los incendios forestales, sus causas, formas de prevención, épocas de mayor incidencia, etc, son DIFERENTES a otras regiones de la península, pero el principio de prevención sirve igualmente, aunque como veremos no sólo durante el invierno.
Un ejemplo. El último GRAN INCENDIO que se desarrolló en los alrededores o cercanías del macizo de Gaztelumendi, es éste que aparece en las fotografías. Estas dos instantáneas las saqué desde la cima de Laarte, el 20 de abril de 2005, hacia las nueve y media de la mañana. Es decir, NO EN VERANO, sino recién iniciada la primavera, cuando todavía las hojas de hayas y fresnos no había brotado. Hacía sólo dos semanas que la autovía del Leizarán había sido cortada al tráfico por una nevada. En esta ocasión el tráfico se cortó por el fuego.
El fuego se inició sobre la 1 de la madrugada, entre los túneles de Belabieta y San Lorenzo y afectó a casi 100 hectáreas del municipio de Elduain. No se aclararon las causas del incendio, si fue intencionado o una colilla de un conductor sin conciencia. Las labores de extinción fueron muy complicadas, sobre todo por la orografía del terreno. Se quemaron completamente una borda y la ermita de Santa Cruz de Elduain; se cerró al tráfico la autovía y la carretera GI-2130. El fuego se acercó peligrosamente al casco urbano de Elduain, y durante la madrugada hubo horas realmente angustiosas. El fuego afectó a monte bajo y bosques de hayas, robles y pinos.
En estos montes como bien saben sus vecinos la época de mayor peligro de incendio es cuando entra el viento sur. En esos días de abril de 2005 el "hego haizea" resecó el monte, y el propio viento dificultó enormente la extinción. Muchos ya estarán soñando y limpiando las escopetas a la espera del viento sur palomero.
Amigo cazador, el monte también es tuyo, cuídalo como tal; no actúes como el conde del Perich, y ten siempre en cuenta que en estos montes de Gaztelumendi, cuando entra el viento sur, el peligro de incendio es extremo y sus consecuencias catastróficas y apocalípticas.
Muchos recordareis aquel extraordinario chiste de Jaume Perich de.... "Cuando un monte se quema, algo suyo se quema Señor Conde". Probablemente este chiste haya servido más en la lucha contra los incendios forestales, que la propia campaña informativa en la que se inspiró.
Existe un amplio consenso entre políticos, técnicos, forestalistas y ecologistas que asume que la mejor política de actuación contra los incendios forestales es la "prevención", y que ésta debe llevarse a cabo sobre todo en invierno, cuidando los bosques y no en pleno verano cuando medio país se quema.
En Euskal herria, los incendios forestales, sus causas, formas de prevención, épocas de mayor incidencia, etc, son DIFERENTES a otras regiones de la península, pero el principio de prevención sirve igualmente, aunque como veremos no sólo durante el invierno.
Un ejemplo. El último GRAN INCENDIO que se desarrolló en los alrededores o cercanías del macizo de Gaztelumendi, es éste que aparece en las fotografías. Estas dos instantáneas las saqué desde la cima de Laarte, el 20 de abril de 2005, hacia las nueve y media de la mañana. Es decir, NO EN VERANO, sino recién iniciada la primavera, cuando todavía las hojas de hayas y fresnos no había brotado. Hacía sólo dos semanas que la autovía del Leizarán había sido cortada al tráfico por una nevada. En esta ocasión el tráfico se cortó por el fuego.
El fuego se inició sobre la 1 de la madrugada, entre los túneles de Belabieta y San Lorenzo y afectó a casi 100 hectáreas del municipio de Elduain. No se aclararon las causas del incendio, si fue intencionado o una colilla de un conductor sin conciencia. Las labores de extinción fueron muy complicadas, sobre todo por la orografía del terreno. Se quemaron completamente una borda y la ermita de Santa Cruz de Elduain; se cerró al tráfico la autovía y la carretera GI-2130. El fuego se acercó peligrosamente al casco urbano de Elduain, y durante la madrugada hubo horas realmente angustiosas. El fuego afectó a monte bajo y bosques de hayas, robles y pinos.
En estos montes como bien saben sus vecinos la época de mayor peligro de incendio es cuando entra el viento sur. En esos días de abril de 2005 el "hego haizea" resecó el monte, y el propio viento dificultó enormente la extinción. Muchos ya estarán soñando y limpiando las escopetas a la espera del viento sur palomero.
Amigo cazador, el monte también es tuyo, cuídalo como tal; no actúes como el conde del Perich, y ten siempre en cuenta que en estos montes de Gaztelumendi, cuando entra el viento sur, el peligro de incendio es extremo y sus consecuencias catastróficas y apocalípticas.