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| Castaño muerto, paraje Antzia en Gaztelu |
La principal preocupación de un propietario forestal cuando va a realizar una nueva plantación, es elegir la especie adecuada, teniendo en cuenta las propiedades físicas del terreno y las posibilidades de comercialización y rentabilidad. Aunque elijamos una especie de corto turno de tala, tendremos rendimiento económico como pronto "a los 20 años" de plantar. El problema principal reside por lo tanto en las inevitables dudas que se originan ya que no podemos de ninguna forma "adivinar" cómo se "
valorará" en el mercado forestal futuro la especie que hayamos elegido....... recuerda, que precio y valor no son lo mismo, sólo los tontos los confunden... decía Machado.
La solución a esa incertidumbre nos la proporciona una ciencia llamada "economía" si bien hoy por hoy las políticas y ciencias forestales nos han llevado a una situación en la que el remedio ha sido peor que la enfermedad. La única forma de aliviar la grave situación actual del mercado forestal es "DIVERSIFICAR" su "cartera" de especies, apostando por especies
nobles, como el haya, castaño, roble, etc, y evidentemente sin descuidar especies productivas de corto turno de tala como las coníferas, pero sin convertirlas en un "valor basura" que agrave la actual "burbuja forestal".
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| Castaño del caserío Paskita |
El castaño es una especie que no está en peligro de extinción, pero la pérdida de biodiversidad no es exclusiva para las especies, sino también para los "procesos", y en Euskalerria la tinta y el chancro, enfermedades originadas por hongos, diezmaron los castañares a principios del siglo XX, y toda actividad y procesos generados por esta especie, se descartaron, arrinconaron y olvidaron. No sucedió así en León, y algunas zonas de Galicia y Castilla La Mancha, en donde se preocuparon de conocer y manejar la enfermedad, sintieron la especie como suya, tan o más importante que el idioma o la más clásica de las tradiciones. En Euskalerria la "castaña" hoy ya es sólo folklor.
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| Alrededores del caserío Paskita |
A nada que des una vuelta por los bosques de Gaztelumendi encontrarás ejemplares solitarios y en pié aunque muertos, representantes de los antiguos y numerosos castañares de la zona. En el paraje Antzia de Gaztelu en menos de una hectárea hay numerosos pies de castaños, todos muertos, algunos aún en pié, muchos derribados y podridos por la enfermedad, una suerte de triste y miserable "
cementerio de los castaños".
La madera del castaño no es buen combustible ya que produce mucho humo y consecuencia de ello es que no fuera aprovechada para tal menester, de forma que hoy podemos todavía observar esas inquietantes reliquias de tiempos pasados.
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| Paskita baserria |
En los alrededores del caserío Paskita de Belauntza, practicamente en el transitado camino entre el pueblo de Berrobi y el cementerio de Belauntza, se pueden observar los "últimos castaños" vivos que resistieron las plagas fúngicas. El castaño es un árbol muy longevo y uno de los ejemplares vivos seguramente tendrá más de 300 años; hay ejemplares muertos, hay también hijos nuevos de esos castaños, hijos no tratados adecuadamente, sin podas, sin trasmoches, sin injertos, sin abonar.... que producen castañas no adecuadas para la comercialización.
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| Asando castañas en le Feria de Gaztelu |
Me pregunto cuál sería la respuesta a un fabricante de muebles mallorquín que hiciera a la Asociación de Forestales de Gipuzkoa un pedido de 500 m3 de madera de castaño......... "No, de eso no tengo, pero le hago una buena oferta por esta estupenda madera de pino americano con label vasco de calidad, y le regalo además unas guindillas de Ibarra, unas alubias de Tolosa y unas botellas de sidra de Astigarraga".
Claro que la falta de castañares en Gipuzkoa, no es un problema, tampoco una enfermedad, sólo un síntoma, un indicador de por donde nos andamos....... hasta que el "poder amarillo" decida lo contrario.
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| Castañar de Paskita |
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